El amor es un sentimiento interno, profundo, que nos hace sentir plenos. Aveces amamos tanto que haríamos cualquier cosa por la persona amada; y eso ocurre porque sentimos que nuestro amor es incondicional, y que por eso, es verdadero. Pero también este mismo amor puede, en algunos casos, llevarnos al sufrimiento, al desinterés por una misma y hasta a la renuncia de nuestro yo.

La literatura, el cine, la música, nos mandan continuamente mensajes que reafirman la creencia de que el amor incondicional, lo justifica todo. Asi el mito del amor sin limites ha hecho que infinidad de personas establezcan relaciones totalmente dañinas e irracionales, en las que se promulga el culto al sacrificio y la abnegación sin fronteras. Todo esto nos enfrenta a diario a preguntas como:

¿Si duele es la prueba de que es un gran amor?

¿El amor y el sufrimiento van de la mano necesariamente?

¿Hasta dónde amar y no perderme, y renunciar a lo que soy?

¿El amor lo justifica absolutamente todo?

Me dice que me quiere mucho….¿alcanza con la cantidad?

¿Existen límites para el amor?

Seguramente que existen límites saludables que impidan que en algunos casos, este hermoso sentimiento pueda transformarse en una trampa de la cual no podemos salir.

Podemos reaprender a amar de una manera más inteligente y más saludable. Que nos llene de energía y alegría, que nos facilite el despliegue de nuestras potencialidades y que por lo tanto no implique la autodestrucción de nuestra esencia, ni que excluya nuestros proyectos personales, ni la resignación de nuestra autorrealización. Podemos cambiar la abnegación por una dedicación saludable y recíproca. Amar sin dejar de querernos; sin perdernos en el “nosotros”. El amor maduro es el que integra el amor por el otro, con el amor propio. Sólo de esta manera el encuentro con el otro sea una experiencia enriquecedora, gratificante y saludable.


¿Cuáles SON LOS BENEFICIOS DEL TRABAJO GRUPAL?

El trabajo grupal Propicia salir del aislamiento y de la soledad al abrirnos a los otros integrantes; permite escuchar y covivenciar con ellos.
Posibilita ponerle palabras a situaciones vividas desmistificándolas, quitándoles la connotación de trágicas.
El grupo permite la confrontación y nos ayuda a poner limites aprendiendo estrategias para enfrentar distintas situaciones. Al escuchar y compartir diferentes ópticas nos amplia nuestras opciones de soluciones haciéndonos más flexibles.
Nos da un lugar, un espacio y un tiempo compartido que nos acompaña aún cuando no estamos en él. El grupo potencia y favorece los procesos de cambio. En la terapia grupal revisamos nuestras creencias y como ellas han limitado nuestras vidas.
Descubrimos obstáculos autoimpuestos elaborando miedos y dudas.
Analizamos a nuestros modelos de lo masculino y femenino en nuestra historia, para armonizar estas energías en los vínculos actuales.

Todo esto, dentro de un clima de protección, calidez, empatía, aceptación y ayuda mutua.

Las dinámicas grupales son el mejor complemento para trabajar , las problemáticas que surgen del trabajo terapéutico grupal. Las emociones, como la culpa, el enojo, el miedo, si bien son universales, son vivenciadas por cada persona de una manera única y personal. La dinámica posibilita el trabajo individual, dentro del ámbito grupal.

El trabajo de taller abarcará las temáticas mencionadas, como las emociones negativas: culpa, enojo, miedos, tristeza, etc. Pero también se trabajará en los potenciales y aspectos positivos de la persona, para propiciar su desarrollo personal. Pondremos el acento en el desarrollo de la confianza, la asertividad, la autestima, la aceptación, que son recursos internos imprescindibles para lograr el cambio hacia la autorrealización.

Se trabajará con un abordaje humanista, desde el Enfoque Centrado en la Persona; asi como también herramientas y técnicas de la Programación Neurolinguistica.

sábado, 3 de marzo de 2012

APEGO Y DESAPEGO


La psicología nunca le ha dado el lugar que se merece, a la dependencia afectiva, cuando en la práctica, los consultorios están llenos de personas que consultan por problemas derivados de una inadecuada forma de relacionarse con los otros. O tendemos a tomar en cuenta al sufrimiento por falta de amor, pero no por exceso afectivo. Por el contrario, el amor desmedido, es visto con buenos ojos; tiene buena prensa…
El deseo mueve al mundo, y la dependencia lo frena


APEGO AFECTIVO
Depender de la persona que se ama es un acto de automutilación psicológica donde el amor propio, el autorespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente.
El amor sin apego es un acto de cariño desinteresado y generoso
Querer algo con todas nuestras fuerzas no es malo, convertirlo en imprescindible para nuestra vida, si lo es.
El desapego no es dureza de corazón, indiferencia o insensibilidad; el desapego es una manera más sana de relacionarse, con independencia, no posesividad y no adicción al otro.
Aceptar que nada es para toda la vida no es pesimismo sino realismo saludable y puede servir  de motivador para beneficiarme del “aquí y ahora”: “Si voy a perder los placeres de la vida, mejor los aprovecho mientras pueda”.
El amor es una experiencia peligrosa y atractiva, eventualmente dolorosa y sensorialmente encantadora que puede resultar especialmente fascinante para los atrevidos y terriblemente amenazante para los inseguros. La incertidumbre forma parte de él, como de cualquier otra experiencia

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